La verdad es que muy buenos, aunque no tenía experiencia previa en el sector. Fui aprendiendo poco a poco el oficio y los clientes tenían paciencia y empatía conmigo. Esto me ha servido para conocer a mucha gente y hacer amigos en el pueblo, después de 13 años con Casa Leonor.
Es un negocio sencillo y muy familiar. Tenemos desde clientes habituales que podríamos considerarlos de la familia y también personas que vienen de paso. Trabajamos sobre todo la comida casera tanto en menús como en tapas.
Precisamente Casa Leonor, tener un negocio en el que sabes lo que el cliente quiere sin tener la necesidad de preguntarle.